miércoles, 23 de mayo de 2012

Cannabinoides y cáncer: Alivio sintomático y potencial anticancerígeno.

Lic. Pablo A. Ascolani
Secretario de AREC


Los cannabinoides son compuestos eficaces y seguros para sus usos vigentes; nauseas y vómitos asociados a quimioterapia, el aumento de ingesta calórica y peso en síndromes de emaciación por cáncer avanzado y VIH y dolor neuropático y espasticidad asociado a esclerosis múltiple.

Instituciones de máxima jerarquía académica lo avalan, como la AMA (American Medical Association), ACP (American College of Physician), IOM (Insitute of Medicine), el Comité de Ciencia y Técnica del Reino Unido (House of the Lords), el Instituto Catalán de Farmacología, el reporte del Ministerio de Salud de Bélgica, el reporte del Senado de Canadá, entre muchos otros. En 2006, la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD) reconoció que «gran parte del material que había sobre el cannabis (N.del A.: los estudios que había en 1961 cuando se prohíbe) en la actualidad se considera erróneo», o sea que las pruebas científicas estaban sesgadas, y que «reconocidos pro­fesionales abogan por el uso médico de los componentes activos o de la planta misma».

Uno de los estándares de derechos humanos más importantes es el derecho a la salud. Es violatorio de este derecho humano y anticonstitucional castigar a los pacientes que se benefician con el uso de cannabinoides.



Datos clínicos sobre eficacia orexígena y analgésica de los cannabinoides.



            Se han estudiado ampliamente los efectos del THC y sus análogos en la náusea y vómitos inducido por quimioterapia. En general, se ha encontrado cierta efectividad. La eficacia del THC, nabilona y levonantrodol (análogos sintéticos del THC) eran mayores a los de la clorpromazina, y equivalente a la metoclopramida y haloperidol. Los resultados fueron suficientemente favorables para la que en 1982 el Ministerio de Salud de Canadá apruebe la nabilona. En 1985 la FDA aprobó el dronabinol con el mismo fin.

            El interés por el uso de los cannabinoides como antieméticos fue eclipsado por la alta incidencia de efectos adversos relacionados con la psicoactividad intrínseca y la aparición de los antagonistas 5-HT3 como el ondasetron, más potentes, sin efectos psicotrópicos y administrables por vena.

                        El THC ha demostrado, en una serie estudios bien diseñados (doble ciego comparado con placebo o sustancia activa, randomizado o cruzados),  su eficacia como estimulante del apetito y estabilización de peso en síndromes caquectizantes.





Estudios poblacionales



Los estudios poblacionales sobre la relación cannabis-cáncer de pulmón (uno realizado por D. Tashkin y patrocinado por el NIDA), fallaron en encontrar una relación causal; y en uno de ellos de hecho el cannabis pareció poseer cierta acción protectiva frente al cáncer de pulmón. [i] [ii]

También hay también un estudio poblacional caso-control extenso que indica que el fumar cannabis disminuye de manera estadísticamente significativa la incidencia de cáncer de células escamosas de cabeza y cuello, o sea que fumar marihuana tiene un tipo de actividad protectiva contra este tipo de cáncer. [iii]



Cannabinoides como agente anticancerígeno



Más allá de la utilidad que pueda prestar como antiemético, como vemos se evidencian sus propiedades antiproliferativas, reportadas hace ya 30 años por Munson et al. Curiosamente, no se realizaron más estudios en éste área hasta fines de los 90.

Hay amplia evidencia que los cannabinoides botánicos, endógenos o sintéticos son anticancerígenos, es decir, tienen la capacidad de provocar la apoptosis de las células tumorales, inhibir su angiogénesis y abortar su reproducción, sin afectar las células normales [iv],[v],[vi],[vii]. Cannabinoides derivados de la planta (como el THC y cannabidiol), sintéticos (como el WIN-55, 212-2 y HU-210) y endocannabinoides (como la anadamida y el 2-araquidonoilglicerol) presentan propiedades antiproliferativas en un amplio espectro de células tumorales cultivadas, incluyendo cáncer de hígado, de pulmón, próstata, gliomas, epiteliomas tiroideos, cáncer de piel y linfomas. Los determinantes moleculares de estos procesos no se conocen en totalidad y son de una gran complejidad, dependiendo del tipo de célula y proceso estudiado. Un proceso observado in vitro e in vivo, es que los cannabinoides activaron la apoptosis en células transformadas a través del aumento de la producción de ceramida. Éste induce la activación de la expresión del diferentes genes implicados en la respuesta al estrés del retículo endoplásmico. Esta respuesta al estrés induce la síntesis de una cantidad muy grande de proteínas. La acumulación de proteínas en el entorno celular hace que la célula se bloquee y finalmente muera. Otro proceso observado es la disminución de la señalización del receptor de factor de crecimiento y disminución de angiogénesis y expresión de metaloproteínas. La acción del cannabinoide es selectiva, ya que sólo induce a la muerte de las células cancerígenas, y no de aquellas que están sanas.[viii],[ix],[x][xi]

            Además el agonismo de los receptores CB2 atenúa la respuesta inflamatoria, el estrés oxidativo y la muerte celular renal inducida por el cisplatino y mejora la función del riñón.[xii] Y aumenta la eficacia del antineoplásico temozolomida para el tratamiento del glioma "la administración combinada de temozolomida y cannabinoides podrían ser explotadas para el manejo terapéutico" del glioblastoma multiforme.[xiii]

            Recientemente se publicó un caso anecdótico en la revista “Treating Yourself”. Se aplicó de forma tópica un extracto de cannabis en la mejilla y nariz de una mujer afectada por un cáncer de piel de células basales, la forma más común de cáncer de piel. Después de autoadministrarse de forma tópica durante 10 días extracto de cannabis, el cáncer desapareció.[xiv] Es interesante este tipo de aplicación porque se evita la psicoactividad producto de la absorción sistémica.

Cannabinoides como antineoplásicos; preguntas pendientes

            Hay diversos testimonios que indican que un uso periódico oral de resina de cannabis en dosis crecientes y por tiempo prolongado tendría eficacia curando el cáncer, es decir sería una suerte de quimioterapia con cannabinoides. No hay información sobre la farmacocinética y posibles efectos adversos de cannabinoides a dosis muy altas.

            Todos estos procesos están delineados, y el posible rol de los cannabinoides como antineoplásicos necesita ser explorada.





[i] Tashkin, Donald P. et al. Marijuana Use and Lung Cancer: Results of a Case-Control Study, International Conference of the American Thoracic Society 2006.
[ii] Hashibe M, Morgenstern H, Cui Y, et al. Marijuana use and the risk of lung and upper
aerodigestive tract cancers: results of a population-based case-control study. Cancer
Epidemiolo Biomarkers Prev. 2006;15:1829-1834.
[iii] Liang C, McClean MD, Marsit C et al. A population-based case-control study of marijuana use and head and neck squamous cell carcinoma. Cancer Prev Res. 2009;2:759-768.
[iv] Munson AE, Harris LS, Friedman MA, Dewey WL, Carchman RA: Antineoplastic activity of cannabinoids. J Natl Cancer Inst. 1975.
[v] Guzman M et al, Inhibition of glioma growth in vivo by selective activation of the CB(2) cannabinoid receptor. Cancer Res. 2001
[vi] Guzman M et al,  Inhibition of skin tumor growth and angiogenesis in vivo by activation of cannabinoid receptors. J Clin Invest. 2003
[vii] Nagarkatti M et al: Targeting CB2 cannabinoid receptors as a novel therapy to treat
malignant lymphoblastic disease. Blood. 2002
[viii]  Guzman M. Cannabinoids: potential anticancer agents. Nat Rev Cancer 2003;3(10):745–55.
[ix]  Galve-Roperh I, Sanchez C, Cortes ML, del Pulgar TG, Izquierdo M, Guzman M. Anti-tumoral action of cannabinoids: involvement of sustained ceramide accumulation and extracellular signal-regulated kinase activation. Nature Med 2000;6:313–9.
[x] Gomez del Pulgar T, Velasco G, Sanchez C, Haro A. De novosynthesized ceramide is involved in cannabinoid-induced apoptosis. Biochem J 2002;363:183–8.
[xi] Sami Sarfaraz, et al: Cannabinoids for Cancer Treatment: Progress and Promise, Cancer Res 2008; 68: (2). January 15, 2008

[xii]  (Mukhopardhyay P, et al. Free Radic Biol Med, 2009 Dec 4.)
[xiii] (Torres S, et al. Mol Cancer Ther 2011;10(1):90-103.)
[xiv] Robert Melamede, Ph.D., A Cure for Cancer? Biology Dept., UCCS, Cannabis Science Inc., Phoenix Tears Foundation, treating yourself Nº 28 spring 2011

2 comentarios:

  1. Hola Pablo, excelente informe. Se debería investigar mucho mas sobre esto ¡¡¡ y también se debería informar al respecto, el problema es que los grandes medios, quienes tienen el mayor alcance, siempre de alguna manera relacionan al cannabis con la delincuencia, esto hace que la pobre planta sufra de un gran prejuicio al respecto.

    Muchas gracias por el y los infomes, muy bueno el blog.
    Saludos.

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  2. Gracias Carlos, con la Asociación Civil AREC trabajamos para hacer incidencia política, académica y mediática con estos temas, dentro las posibildades que se presentan y que vamos logrando. Si quieres colaborar te invito a visitar nuestra página y contactarte con la agrupación, un abrazo y gracias por las palabras de alilento.

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